¿Es conveniente mantener en un mismo departamento a dos personas que se aman?  

hands-62772_640El antropólogo evolutivo Robin Dunbar define el amor como un proceso bioquímico diseñado evolutivamente para que nos vinculemos a otra persona. Una de las consecuencias de este mecanismo es la pérdida de objetividad en el análisis de las acciones de la persona amada lo que desaconseja que existan vínculos jerárquicos, o simplemente profesionales, entre dos personas que se aman. Incluso, en términos generales, las personas enamoradas tienen un menor control cognitivo lo que provoca que presenten, de forma inversamente proporcional a su nivel de pasión, un acusado empeoramiento en su capacidad para ejecutar tareas[1]. El neurobiólogo Semir Zeki[2] afirma que “mientras el amante es siempre menos imparcial y no atiende al sentido común en lo que respecta a la persona amada, el individuo que odia no suele perder el juicio sino que es muy consciente de los pasos que da y las acciones que emprende contra el individuo odiado”.

[1] “Reduced cognitive control in passionate lovers”. Henk van Steenbergen, Sandra J. E. Langeslag, Guido P. H. Band y Bernhard Hommel. Motivation & Emotion (2013). http://www.springer.com.

[2] “Neural Correlates of Hate”. Semir Zeki y John Paul Romaya. PLoS One (2008). http://www.plosone.org.

Hoy sale a la venta «Buscando señales de vida inteligente en el comité de dirección«, un libro escrito por Daniel Gómez Visedo y publicado por el sello Gestión 2000 de la editorial Planeta.

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